sábado, 17 de noviembre de 2012

Eliane

Eliane y Eliane
Eliane. No había conocido a nadie antes que se llamara así, y me encanta ese nombre. Probablemente porque lo asocio con ella y con su niña, ya una mujer hecha y derecha, a la que he visto crecer durante este verano en muchos sentidos.

Eliane forma parte fundamental de las piezas de mi bici, porque aparece de repente cuando necesitas algo que no pides, y da esa sensación de calma al hablar que enriquece.

Eliane escribió una vez una frase que me marcó. Cuando le agradecí algo que hizo por mí que nunca olvidaré me contestó "cada uno aportamos lo que tenemos" y de repente, esa frase en sí misma, me ayudó a ver muy claras algunas de las cosas que me estaban cegando en ese momento. Y delante de mí cayeron algunos muros, que se convirtieron en grandes portones llenos de luz que me permitieron continuar mi camino sin que me cegara la luz de mi propia bicicleta, porque la pude apagar. 

Te quiero Eliane. Y me encanta la idea de poder seguir compartiendo mi camino contigo.

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